LA GEOLOGÍA Y EL CLIMA ÚNICO DE GUALTALLARY SE EXPRESAN EN VINOS NATURALMENTE EQUILIBRADOS, FRESCOS Y ELEGANTES
Gualtallary es una región de vinos de altura en Tupungato, un distrito en el área norte del Valle de Uco. Ubicado en el límite más alto del área vitivinícola de Mendoza, es la región más fría de la zona.
Los Andes majestuosos definen la geografía y las condiciones climáticas de Gualtallary, proveyendo de sol, agua, y otros recursos valiosos para la vitivinicultura de montaña.
En la altura, las temperaturas descienden desde los 28º-26º durante el día hasta 10º - 12º durante la noche en los meses de verano, lo que genera un proceso lento de maduración.
Este fenómeno único ayuda a preservar la acidez de las uvas y realza su expresión aromática.
La altitud aumenta los niveles de exposición a rayos UV y promueve que la vid produzca uvas con pieles más gruesas. Como consecuencia, estas generan vinos estructurados con taninos maduros y sedosos, colores intensos y un potencial fantástico de añejamiento.
La combinación de días cálidos y noches frías ofrece un ambiente ideal para el cultivo de uvas y produce vinos frescos con una expresión de la fruta excepcionalmente equilibrada.
Nuestros suelos tienen tres capas distintivas de profundidad variada: un suelo superficial aluvial, un suelo medio calcáreo y una capa profunda, mezcla de piedras, arcilla y arena.
Esta variabilidad dentro de Gualtallary ha inspirado a viticultores, enólogos y expertos en suelo a estudiar y explorar el terroir de la región durante las últimas 2 décadas.
En Gualtallary hay 2550 hectáreas de viñedos, ubicados desde los 1000 a los 1600 metros de altitud con amplias variaciones climáticas, con un valor de 1 - 3 en la escala climática de Winkler. Está dividido en 5 subregiones, basadas en las características climáticas y de los suelos: Rio, La Vencedora, Albo, Monasterio y Las Tunas. Finca Ambrosía se encuentra en Gualtallary Albo, nombre adquirido por el color blanco de la piedra caliza calcárea que se encuentra en la región.
Los suelos de Finca Ambrosia tienen la habilidad de regular la disponibilidad de agua para los viñedos. La estructura calcárea funciona como una esponja que retiene agua, lo que ayuda al equilibrio de la planta en el clima seco. Esta provisión de agua estable y natural permite un acceso equilibrado a los nutrientes que mantienen la armonía del viñedo y previene el estrés durante la época de sequía.
Desde la perspectiva de la estructura del suelo, este tipo de suelos tienden a ser más compactos que otros, lo que permite moderar el crecimiento de las raíces y por lo tanto ofrecen un control natural del vigor del viñedo, que aumenta la tolerancia al stress y modera el rendimiento. Por lo tanto, los viñedos en nuestra finca se desarrollan de manera equilibrada y nos permite producir vinos con una alta concentración de sabores, aromas y color.
Otro factor esencial de los suelos de Finca Ambrosia es que nos ofrece la posibilidad de producir uvas con una combinación única de taninos y acidez. El alto contenido de piedra caliza en la composición del suelo, combinado con la altitud de los viñedos, generan un microclima frío que permite que las uvas maduren lentamente y desarrollen aromas complejos. Esto también favorece la retención de la acidez natural de las uvas, lo que ayuda a equilibrar los taninos y producir vinos con excelente potencial de añejamiento.
